México.-A sus 80 años, en diciembre pasado, Lucila Mariscal sufrió una aparatosa caída que la dejó prácticamente inmovilizada con fuertes dolores de cadera, lo cual la sumió en una profunda depresión a la que se sumaron problemas económicos.
De acuerdo con la actriz gran parte de su mala situación se debió a que su exmarido Julián Gallegos le había robado dinero.
“Me robó, era un padrino completamente, me sacó una casa en Tabasco, y luego otra ahí atravesando el Río Grijalva, y luego otra para su hermanita, ¡que estaba muy pobre!, ¿yo qué culpa tenía?… desgraciado, drogadicto (…) se drogaba y me golpeaba”, declaró para el programa de televisión “Sale el Sol”.
Sin embargo, lo más lamentable fue que, poco a poco, Lucila cayó en una depresión que la llevó a la idea de suicidarse.
“Fue un milagro todo lo que pasó porque ya no esperaba nada, me quería morir, no quería estar aquí, estaba harta, desesperada, angustiada. Cogí el cuchillo y lo detuve antes de que tocara mi abdomen, o me lo detuvieron, me entró un arrepentimiento horrible. Lo primero que hice fue pedirle perdón a Dios“, describió la actriz que interpreta al popular personaje de “Lencha”.
Segundos después de lo que pudo ser su muerte, Lucila recibió la llamada de un periodista quien se ofreció a apoyarla a reunir lo necesario para que fuera operada de la cadera.
“Me habla y me dice ‘¿Cómo estás?’ y le digo ‘bien triste’ y me solté, entonces me dijo: ‘Mira Lucila, no sé cómo le voy a hacer, pero te voy a ayudar’”, señaló la mujer que acumula medio siglo de trayectoria artística y a quien varios de sus compañeros la están apoyando para que logre salir de su precaria situación.
Después de la desolación experimentada y de haber recibido ayuda, Lucila asegura sentirse arrepentida.
“No vuelve a pasar, Siento que, de ahora en adelante, esté como esté, voy a estar bien, porque te va cambiando la vida. Con ayuda del bastón ya puedo subir y bajar escaleras”, subrayó.
Cabe señalar que, en 2009, la actriz decidió abandonar los escenarios debido a una depresión causada por la desaparición de su hijo Andrei Alexis Hernández Mariscal, quien en ese momento fungía como subdirector de seguridad de Linares, Nuevo León.
Con Información de Agencia